Comencemos con los vinos tintos del norte de Italia, como el Barolo, el Chianti y el Brunello di Montalcino. Estos vinos estructurados y complejos se complementan maravillosamente con platos ricos en sabor, como la pasta con salsa de carne, las carnes asadas o los quesos curados. El carácter frutal y los taninos suaves de estos vinos equilibran la intensidad de los platos, creando una armonía de sabores que perdura en el paladar.