1)Aceite de oliva virgen extra: Utilízalo como tu principal fuente de grasa en lugar de grasas saturadas. Úsalo para cocinar, aderezar ensaladas y sumergir pan.
2) Vegetales frescos: Incorpora una variedad de vegetales frescos en tus comidas, como tomates, berenjenas, pimientos, espinacas y alcachofas. Puedes preparar ensaladas, guarniciones, y platos principales con ellos.
3) Pasta integral: Opta por pasta integral italiana en lugar de pasta refinada. La pasta integral es rica en fibra y nutrientes, lo que la hace una opción más saludable y saciante.
4) Pescado y mariscos: Incluye pescado y mariscos en tu dieta al menos dos veces por semana. Opta por pescados grasos como el salmón, la caballa y el atún, que son ricos en ácidos grasos omega-3.
5) Quesos italianos bajos en grasa: Disfruta de quesos italianos bajos en grasa como el queso ricotta, el queso mozzarella light o el queso parmesano rallado en tus comidas en lugar de quesos más grasos y pesados.
6) Legumbres: Incorpora legumbres como lentejas, garbanzos y frijoles en tus comidas. Puedes agregarlos a ensaladas, sopas, guisos o hacer hummus como aperitivo.
7) Frutas frescas: Consume una variedad de frutas frescas como postre o tentempié. Las frutas italianas como las naranjas, las uvas, los higos y las ciruelas son opciones deliciosas y nutritivas.
8) Frutos secos: Añade frutos secos como almendras, nueces y avellanas a tus comidas o como un snack saludable. Son ricos en grasas saludables, proteínas y fibra.